Ciudad de México.- Problemáticas emergentes como las desigualdades y nuevos contextos complejos que deja la pospandemia, una creciente complejidad en las relaciones sociales, los efectos adversos de la globalización sobre el tejido social o la aparición de fenómenos migratorios son algunos de los temas que se abordan en el 70º Congreso Nacional y 10º Congreso Internacional de Instituciones Educativas de Trabajo Social, señaló el secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas.

Al dirigir un mensaje grabado a los asistentes del encuentro (que se realiza a partir de hoy y concluye el 6 de mayo), consideró que también será importante analizar cómo se va a reconfigurar en las próximas décadas el trabajo social y cómo va a responder a los retos.

De acuerdo con Lomelí Vanegas este es un momento privilegiado para reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro de la profesión, que ofrece un mirador excepcional para evaluar el potencial que tienen esos profesionales para contribuir, desde su “trinchera”, a la solución de problemas nacionales y globales.

En el Congreso, dedicado en esta ocasión a la Reconfiguración del trabajo social desde las desigualdades y los nuevos contextos complejos, Carmen Casas Ratia, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM y presidenta de la Red Nacional de Instituciones de Educación Superior en Trabajo Social (RENIESTS), recalcó que la Universidad de la nación construye propuestas para responder a los desafíos sociales que aquejan a nuestra zona geográfica.

Gracias a los sólidos lazos establecidos entre la Asociación Mexicana de Instituciones Educativas de Trabajo Social (AMIETS), la ENTS y la RENIESTS se pone en la mesa de discusión una amplia gama de temas que reclaman atención coordinada.

Los congresos, nacional e internacional, son desde hace tiempo referentes de pensamiento propositivo en distintas latitudes, en México y América Latina. “Estos foros abonarán a construir y reconstruir esta identidad profesional, promover el encuentro y la definición de alternativas en función de una encrucijada que definirá nuestro futuro inmediato: la reconfiguración del trabajo social desde las desigualdades sociales y la aparición de contextos nuevos y complejos de nuestra sociedad”.

La directora abundó que serán cuatro los ejes temáticos de la reunión: desarrollo histórico del trabajo social de las Américas; metodología para la acción de trabajo social; sujetos y procesos sociales; y política social, problemas y necesidades sociales.

El Centro de Exposiciones y Congresos, en Ciudad Universitaria, es el espacio para que más de 180 expertos provenientes de distintas instituciones compartan las primicias de diversos estudios y diagnósticos en torno a problemáticas locales, nacionales, regionales e internacionales.

Casas Ratia recalcó la participación de más de 20 instituciones de educación superior nacional e internacional, reconocidas por su trayectoria académica y de investigación en temas de trabajo social, en conjunto con cuerpos gremiales y organizaciones de la sociedad civil, que sumarán más de 350 intervenciones para analizar problemáticas, experiencias y saberes en torno a temas como pobreza y pueblos indígenas en América Latina, redes de apoyo social para padres y familiares de niños con cáncer, calidad de vida en las personas adultas mayores y sus efectos en la salud mental, atención de la violencia en la relación de pareja, o el ciberbullying y la era digital de la educación.

Al hacer uso de la palabra, la presidenta de AMIETS, Olga García Rendón, señaló que la pandemia evidenció aún más las problemáticas sociales. En ese contexto, el trabajo social debe seguir en la lucha por una sociedad más justa; “juntos, academia y gremio, lo lograremos”.

Hoy, esa disciplina es más visible que nunca; por eso es importante continuar su construcción y buscar la igualdad social que contribuya a lograr una digna vida humana para todos, añadió la especialista.

En el encuentro, recalcó, intervienen delegaciones de Durango, Colima, Jalisco, Chihuahua, Hidalgo, Coahuila, Sinaloa, Yucatán y Sonora, y de otras latitudes como El Salvador, Costa Rica, Puerto Rico, Argentina y Colombia.

Mundo globalizado

Durante la primera conferencia magistral, Nelia Tello Peón, profesora y exdirectora de la ENTS, señaló: todavía se cree que para dedicarse al trabajo social sólo se necesita un “buen corazón”, o se desconoce que se estudia a nivel profesional.

Al referirse al desarrollo histórico del trabajo social en las américas, dijo que no hay un acuerdo de los antecedentes de la disciplina; fue en el momento en que institucionalmente la asistencia se multiplicó, cuando había estado de bienestar social, que aparecieron cursos para las trabajadoras sociales, vinculados a salud y al servicio jurídico.

Esto, detalló, tuvo otro componente: el desarrollo de las ciencias sociales. Profesionistas de otras áreas, como médicos y abogados se dieron cuenta que era necesario conocer lo social, ir a las comunidades y recabar información.

Toda Europa tuvo influencia en el territorio americano, y “por más que nos queramos descolonizar, nuestros orígenes están vinculados a los otros. Lo que tenemos que hacer es entender quiénes somos históricamente” y cuáles han sido los diferentes momentos de ese proceso. Aún hay muchas descolonizaciones pendientes.

En el mundo globalizado cada día hay más conexión de unos con los otros, y debemos entender que los problemas no dependen sólo de lo local, recalcó Nelia Tello.

El trabajo social tradicional fue dándose dentro de un pensamiento fragmentado y pensando en una adaptación. Se creyó que debía ser una revolución, transformar las sociedades y acabar con la estructura capitalista que provocaba explotación y marginación en toda América Latina; pero esa no es tarea de una profesión, sino de la sociedad. Aprendimos que la práctica y la teoría forman una unidad y son importantes para hacer trabajo social. Y vino una reconceptualización: pensamos en la concientización, movilización, participación y transformación social, concluyó.

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