- Hoy el PJEM es uno de los más fuertes, dinámicos y modernos del país.
- Por primera vez en la historia del PJEM el nuevo presidente será elegido a través de voto secreto
Este 7 de enero de 2020, en sesión extraordinaria las magistradas y magistrados del Pleno del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, elegirán al titular del Tribunal mexiquense y del Consejo de la Judicatura para el periodo 2020-2025.
La Convocatoria para la elección fue publicada en la Gaceta del Gobierno y la elección se realizará en un proceso acorde a lo que marca la Ley Orgánica del Poder Judicial de la entidad y del Reglamento Interior del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México.
Cabe destacar que el actual presidente fue electo y rindió protesta en sesión extraordinaria del Pleno realizada el siete de enero de 2015; en este sentido, es pertinente que el nombramiento de la persona que resulte electa como titular, coincida con el vencimiento del término de ese periodo.
Desde Jacobo de Villaurrutia López y Osorio, primer presidente del Supremo Tribunal de Justicia (1825-1827) al actual titular Sergio Javier Medina Peñaloza, el presidente electo para el periodo 2020-2025 será el número 78. Entre ellos, Gustavo A. Barrera Graf, José Colón Morán, Luis Miranda Cardoso y Abel Villicaña Estrada.
El Supremo Tribunal de Justicia fue instalado el 28 de marzo de 1825, en estos casi dos siglos de vida ha sido testigo de diversos cambios políticos y sociales en la entidad y el país, tiempo en el que ha evolucionado con la sociedad, a la que busca servir con una impartición de justicia de calidad, cercana, humana y transparente.
Hoy este es uno de los poderes judiciales más fuertes, dinámicos y modernos del país, pues en los últimos cinco años inició un proceso de innovación al colocar a la tecnología al servicio de la justicia, con el Complejo de Telepresencia, la creación de los juzgados en línea, la Firma Electrónica Judicial, la Aplicación del Poder Judicial, el Expediente Electrónico, el Modelo de Gestión Operativa, entre otras acciones.
El resultado ha sido un salto cuántico que modifica los paradigmas acerca de la forma del trabajo judicial y la concepción del litigio; transformación que deberá continuar su desarrollo y consolidación.