Primero Editores / Ingrid Ahumada M.
Toluca, México.- Basura en sus inmediaciones, iniciales talladas en cactus y agresiones directas a los vitrales, es lo que vive el museo Jardín Botánico Cosmovitral, el segundo lugar más visitado en el Valle de Toluca, después del volcán Xinantécatl, misma posición en la entidad después de la zona arqueológica de Teotihuacan.
Ubicado en la esquina de la calle Ignacio López Rayón y la Avenida Sebastián Lerdo de Tejada, se observa a su alrededor comercios y una parada de autobús, sin embargo, en un recorrido por sus inmediaciones, de frente en la Plaza Ángel María Garibay se observan algunos comerciantes, incluso un poco de basura y la evidencia de vandalismo pues algunos vitrales están rotos.

Sin embargo, en su interior, los problemas siguen, no por la administración o el cuidado que el Gobierno del Estado le da al museo, sino por el uso que algunos visitantes le dan al recinto, ya que el principal problema es que los jóvenes -en su mayoría- rayan los cactus que este recinto resguarda, marcando enamorados sus iniciales lo que deteriora y daña la imagen del lugar y la especie botánica.
En entrevista, Alejandra Abraham Jarquín, directora del museo, comentó que ante dicho problema, optaron por poner una barrera entre el visitante y los cactus pues aunque algunos eran sorprendidos en el acto, el daño ya estaba hecho y debido a la constancia de personas que hacía lo mismo, a pesar de que se ubica en el lugar un letrero de buen tamaño, colocaron un vidrio con el fin de evitar que las personas maltraten las especies.
“La mayoría son jovencitos que están muy enamorados, yo creo que creyeron el de -en la penca de un maguey tu nombre juntito al mío- y aun cuando les tratas de explicar que es un ser vivo (el cactus) al que están maltratando hasta se enojan”, comentó.

Explicó que otro problema es que los visitantes le dan de comer o meten la manos en el estanque en el que se ubican los Carpas Koi, un tipo de pez de origen asiático que se ubica en este espacio.
Ante lo anterior, dijo que el personal hace lo posible por mantener el orden en el recinto, aunque destacó que ante la afluencia de ciudadanos que visitan el museo, en ocasiones el personal puede verse limitado, ya que incluso precisó que el récord de taquilla en un día fue de hasta ocho mil visitas.

Dijo que en realidad los toluqueños son los que menos visitan este jardín botánico, pues la mayoría de los visitantes pertenecen a municipios del Valle de México como Naucalpan y Tlalnepantla.
En tanto a los vitrales faltantes debido al vandalismo o descuido de visitantes, comentó que no cualquiera puede restaurar un vitral, ni cualquier color puede ser el que se reponga, ya que precisó cuentan con un listado de los colores específicos que se el artista Leopoldo Flores utilizó, de estos -dijo- solo el 20 por ciento son colores hechos en México, el resto son hechos en el extranjero.
“Usan las fuentes exteriores de picnic y no se llevan su basura, (…) incluso han usado las fuentes exteriores de baño”, comentó al tiempo que mostró un espacio en donde faltaba un vitral debido a un “botellazo” que lanzaron.
Precisó que el mantenimiento del museo es más minucioso, debido a que tienen a su cuidado diversas especies de plantas y peces, de ahí la importancia de concientizar a los visitantes sobre el cuidado el lugar.