Por: Lourdes Zamora Gómez

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 2012 al 2016 aumentó, de 32 a 41 millones, el número de niños con sobrepeso u obesidad. En los países en desarrollo, la prevalencia de sobrepeso u obesidad infantil entre los niños de edad preescolar supera el 30% de la población; sin estrategias para solucionar este problema, los lactantes y niños pequeños se mantendrán obesos durante la infancia, la adolescencia y la edad adulta; si se mantiene el estilo de vida actual, para el 2025 habrá 70 millones de casos y se incrementarán las enfermedades crónicas degenerativas como la Diabetes y las Cardiopatías (problemas del corazón y sistema cardiovascular), consecuencias de la obesidad.

 

Panorama estatal

María del Carmen Chávez García, responsable estatal del Programa de Crecimiento y Desarrollo del menor y el Adolescente del Instituto de salud del Estado de México (ISEM) explicó que de acuerdo con la encuesta nacional de salud y alimentación de 2012, se sabe que el 6 % de niños en edad preescolar (menores a cinco años) padecen obesidad, mientras que los de edad escolar (de cinco a 11 años) suman el 36 % de los casos. La especialista explicó que hay dos tipos de obesidad; por un lado, la exógena causada por el sedentarismo y los malos hábitos alimentarios y es el tipo de obesidad que afecta a la mayoría de los pacientes; por otro lado está la endógena, la cual es causada por factores metabólicos u orgánicos.Lo más preocupante, señaló, es que los padres de niños con obesidad no acuden al médico por esa razón, sino por cualquier otro padecimiento; es decir, que los padres de familia no consideran la obesidad infantil como una enfermedad, pues creen que un niño obeso es un niño sano. Chávez García informó que hay mucha resistencia por parte de los padres de familia, ya que ven a los niños “jugando y actuando de manera normal;” sin embargo, las consecuencias se detonan en la edad adulta y por ello, actualmente, gran parte de la inversión del sector salud se enfoca en el tratamiento de enfermedades como la Diabetes, Hipertensión, y Cardiopatías, las cuales son consecuencia directa una obesidad infantil no tratada.

La obesidad infantil, subrayó, es el resultado de los estilos de vida familiares; hasta hace 20 años se acostumbraba salir de paseo y jugar al aire libre, lo cual ya no es posible porque los padres, ambos, tienen que trabajar y orillan al niño a la inmediatez alimentaria por medio de “la comida rápida” y sobre todo al sedentarismo, pues con la finalidad de no ser molestados, los padres de familia optan por la adquisición de videojuegos, tablets y celulares, contribuyendo al desarrollo de la obesidad y el sobrepeso. Se sabe que hoy día, en la entidad hay mucha inseguridad, pero existen videojuegos que exhortan al ejercicio, apuntó la especialista; también hizo énfasis en que los padres no deben dar de comer las mismas cantidades de alimento que ellos consumen, pues el niño se acostumbra y es un mal hábito difícil de erradicar.

Pero, ¿qué es la obesidad? De acuerdo con Laura Jaqueline Garduño Cruz, nutrióloga del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) quien labora en el hospital de Ginecología y Obstetricia, se trata de un desequilibrio entre la energía que ingresa y la que se gasta; al no hacer que el organismo gaste esa energía se presenta la obesidad, pues hay acumulación de grasa. Es un trastorno multifactorial debido a que intervienen factores como la educación alimentaria que brindan los padres a sus hijos y los factores genéticos hereditarios; éstos últimos pueden o no manifestarse, pero cuando se juntan con los malos hábitos alimentarios se detona la obesidad. En el ámbito de la genética, la especialista explicó que las terceras generaciones son propensas si existe el antecedente de abuelos obesos. Detalló que en el IMSS, el 35% de pacientes obesos son niños de entre 6 y 12 años, los adolescentes de entre 13 y 18 años cubren el 40% de los casos. Informó que la obesidad prepondera en el sexo femenino debido a que fisiológicamente, las mujeres poseen porcentajes más altos de grasa que los hombres, y además los niveles hormonales hacen ganar peso.

 

Estrategias para disminuir la obesidad infantil

María del Carmen Chávez García, explicó que los programas nutricionales del ISEM están basados en el Plato de bien comer, el consumo de agua natural y la activación física; esta última debe realizarse durante 30 minutos y mínimo tres veces a la semana. La alimentación tradicional, apuntó, es la mejor opción porque no utiliza demasiada grasa ni azúcar; se deben evitar los alimentos procesados,  congelados y las comidas rápidas; por ser un  problema de salud pública, debe ser multidisciplinario, es decir que se requiere un grupo de especialistas para llevarlo a cabo; participan un nutriólogo, un médico, un activador físico y un psicólogo, y si el niño presenta algún otro trastorno derivado de la obesidad se integra otro especialista.

Lo ideal, apuntó la especialista, es alcanzar un nivel nutricional adecuado y sobre todo mantenerlo; los estilos de vida saludable deben prevalecer, de lo contario se presenta el famoso “rebote.” Al respecto, dijo que gran parte del tratamiento depende del empeño del paciente, y también de la familia; si no se modifican los estilos de vida, el futuro de la obesidad infantil es abrumador porque se tendrán que invertir más recurso a dicho padecimiento. Bajo esta tesitura, indicó que en el ISEM están en seguimiento entre 7 mil y 8 mil pacientes, pero casi ninguno termina el tratamiento, situación reflejada en que mensualmente solo acude un paciente a revisión.

Por su parte, Laura Jaqueline Garduño Cruz, dijo  que en el IMSS las estrategias para tratar a los niños obesos, en sus diferentes programas nutricionales, se basan en los horarios de alimentación, la cantidad y calidad de los alimentos, y su actividad física; lo importante, dijo, es hacer cinco comidas al día con un lapso de tres horas entre cada una. Deben evitar alimentos ricos en grasas, alimentos y bebidas azucaradas (jugos industrializados y refrescos); se tiene que aumentar el consumo de frutas y verduras. La especialista informó que de un 100 % de pacientes en tratamiento, solo un 20% continúa y que la principal causa de abandono es  familiar, pues por diversos motivos el niño no asiste a sus revisiones; al respecto, los padres de familia deben tener paciencia para preparar los alimentos que el niño necesita y para facilitar esta tarea, el IMSS propone dietas basadas en una lista de opciones en las que hay variedad de alimentos a fin de seguir y respetar la dieta.

El ejercicio, una opción para la prevención

Los estilos de vida saludable disminuyen las probabilidades de padecer sobrepeso y obesidad, así como sus consecuencias. Un factor importante para ellos es el ejercicio. En el IMSS, por ejemplo, cuentan con alberca (única con gran demanda) canchas y pistas poco utilizadas. Laura Jaqueline Garduño Cruz señaló que, aunque con poca demanda, también se ofertan en el instituto actividades como el basquetbol, futbol y voleibol.

No obstante, en la ciudad de Toluca existe el Deportivo Agustín Millán Vivero (DAMV) instituto público que también ofrece una gama de actividades para todos los gustos y a costos accesibles; en él se ofertan por lo menos, once actividades físicas: natación, basquetbol, voleibol, box, kickboxing, ballet, danza árabe, gimnasia rítmica y aeróbica, tae kwon do, zumba y también gimnasio y cancha de futbol.En el DAMV son aceptados niños desde los cinco años de edad hasta adultos mayores; cuentan con un horario de 5am a 10pm. Ofrecen psicólogo del deporte, nutriólogo y terapia física. El empeño de los alumnos destacados se premia mediante una beca a fin de fomentar un estilo de vida saludable. El deportivo cuenta con 43 entrenadores certificados que satisfacen todas las actividades físicas y atienden a los 5 mil usuarios inscritos.

El DAMV fue creado, en 1937, como un espacio recreativo para fomentar el deporte en el municipio y permitir el comienzo de una vida saludable, además de combatir la problemática de obesidad en el municipio.

Sin embargo, para aquéllos que prefieren lugares más personalizados existe una amplia gama de gimnasios en todo Estado de México (2974 para ser exactos); en el municipio de Toluca, por ejemplo, existen 186 gimnasios particulares (de acuerdo con el INEGI, Instituto Nacional de Estadística y Geografía) cuyas mensualidades oscilan entre los 350 y 800 pesos; aunque muchos de ellos, ante la crisis económica que aqueja al país, tienen diferentes promociones. Por ejemplo el “GHP Entrena Club,” ubicado en la avenida Salvador Díaz Mirón No. 709, que ofrece mensualidades, trimestres y anualidades, oferta atractiva para sus clientes; de acuerdo con su administrador, Sergio Enrique Tinajero García Flores, ofrecen actividades como box, MMA (artes marciales mixtas), crossfit, gimnasio de pesas, zumba y spinning, en un horario de 6am a 10pm; también ofrecen servicio de sauna, vapor, nutriólogo, cafetería y garantizan las actividades físicas mediante entrenadores certificados; para quienes desean inscribirse ofrecen una clase muestra a fin de convencerse de su inversión.

Los buenos hábitos alimentarios en combinación con el ejercicio reducen hasta un 70% las posibilidades de padecer obesidad, así como sus consecuencias. Es importante reiterar que la obesidad favorece el desarrollo de enfermedades como la diabetes, cardiopatías y dislipidemias. La variedad de actividades deportivas que existen brindan a los ciudadanos diversidad de posibilidades para invertir en el cuidado de su salud. Hipócrates, padre de la medicina, decía si se encontrara el modo de que cada persona hiciera la cantidad correcta de ejercicio y recibiera el alimento necesario, ni en exceso ni en defecto, habían de hallar el camino más seguro hacia la salud.

 

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