Por Angélica Rangel

La gente desde las siete de la mañana se reunía en el Palacio de Bellas Artes para darle el último adiós a José José, entre vinilos y fotografías, con llantos y canciones el pueblo mexicano estaba reunido para decirle adiós al Príncipe de la Canción.

Las cenizas de José José llegaron al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en punto de las 8:24 horas en el hangar de la Fuerza Aérea Mexicana. En la aeronave viajaban los hijos José Joel y Marysol Sosa.

Anel Noreña, ex esposa del cantante, se encontraba en la pista de aterrizaje del Sexto Grupo Aéreo y Personal Militar, esperando a sus hijos.

Los seguidores seguían reuniéndose en el Palacio de Bellas Artes, ansiosos por ver a su Príncipe. A las 9:20 de la mañana la carroza estaba lista para partir al último recinto cultural donde se presentaría el ídolo de muchos. En uno de los vehículos se alcanzaba a leer la frase: “Una gran vida merece un gran homenaje”.

La gente vitoreaba el nombre del intérprete, los cantos y porras retumbaban por toda la Avenida Juárez, el lugar vibraba al son de las canciones que muchas veces nos hicieron estremecer en la voz de José José. El Palacio de Bellas Artes se vistió para hacerle el último tributo a José Rómulo Sosa Ortiz, una alfombra roja, coronas de flores en distintas partes del recinto y una fotografía de “El Príncipe de la Canción” destacaban sobre las escalinatas principales. Todo estaba listo para despedir a un grande.

A las 10:15 horas comenzaron a sonar en manos del Cuarteto Saloma varios temas del cantante mientras se aguardaba el arribo de la carroza fúnebre. A las 10:40 Anel, Marysol y José Joel encabezaron el cortejo fúnebre y montaron la primera guardia de honor junto al féretro al interior del Palacio de Bellas Artes. Tras varios segundos de aplausos, comenzó a sonar “La Nave del Olvido” a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional de México. A cinco minutos de las once de la mañana los fans comienzan a ingresar al recinto. Si bien, está fue su última vez en Bellas Artes, el Príncipe ya había estado en el palacio, José Rómulo Sosa Ortiz estuvo a los cuatro años en Madame Butterfly. Su padre, José Sosa, era una de las grandes figuras de la ópera nacional en aquellos días. Y hoy el pueblo despide a su hijo de una forma extraordinaria.

A las 12:45 horas la despedida familiar se hacía presente, el hijo mayor y nieta de José José se acercaron de forma solemne al féretro donde se encontraban las cenizas del intérprete. Marysol y su pequeña hacen lo mismo, los fans aplaudieron al igual que toda la familia del músico y siempre el apoyo hacia ellos se hizo presente. “Las Golondrinas” comenzaron a retumbar en el salón. Entre aplausos retiraron el féretro y comenzaba el camino de “El Príncipe” rumbo a la Basílica de Guadalupe para una última misa.

“Amar y Querer” se hace sonar dentro del Templo Guadalupano en honor a José José. El pueblo mexicano y su familia corearon la canción a viva voz, emocionados y con respeto por lo que representaba José José.

“El Parque de la China” fue el penultimo punto que “El Principe” recorrería antes de llegar al Panteón Francés donde lo esperaría su madre y abuela para recibir el descanso eterno. Mientras, en Clavería las más de seis mil personas que se reunieron vitorean los restos de José José, cantando junto a José Joel “Lo Pasado, Pasado”.

¡Sí se pudo! Se escuchó sobre la Avenida Legaria. A las 16:24 arribaron los restos del músico a su última morada, los vítores emocionados de su pueblo se reúnen afuera de la entrada del Panteón Francés.

Su hijo mayor agradeció a todas las personas que hicieron posible que José José pudiera descansar, como era su deseo, junto a su madre en dicho panteón. A las 17:09 de la tarde la procesión fúnebre llegó a su fin. El féretro llega a la tumba en donde descansarán los restos de El Príncipe de la Canción y se comenzó a sepultar las cenizas dentro del ataúd. En el panteón suena “El Triste”, mientras los presentes corean la canción, aplauden y honran a quien tanto los hizo sentir.

A las 17:21 horas “El Triste” apenas era un eco, José José al fin estaba en el lugar que anhelaba para descansar en paz.

José José no solo deja una huella en la escena cultural latinoamericana, si no que deja una huella como intérprete en el corazón de los mexicanos quienes han vivido diferentes anécdotas de la mano de las canciones de José José.  

Hoy nos despedimos de “El Triste”, pero su legado siempre estará latente.

Comentarios

Comentarios